11.3.08

los adjetivos

Para que completeis el tema de los adjetivos os remito al post del curso pasado, y a partir de hoy nos centraremos en los ejercicios y textos.

en la página del proyecto palladium tenéis unos ejercicios, sobre los adjetivos.

10.3.08

Los temas en i




Los temas en i

El enunciado de estos sustantivos es parisilábico generalmente, pero la forma del nominativo sg. es variada: Masculinos y femeninos: s · nominativo en –is: hostis, hostis ciuis, ciuis auis, auis · nominativo sincopado: -er: imber, imbris ( lluvia) (* imbr(i)s>*imbrs>* imbr> imber) · nominativo abierto: -es: clades, cladis; fames, famis; nubes, nubis.



Neutros: tema puro · nominativo en –e (la i final de palabra se abre para evitar perderse): mare, maris; rete, retis · nominativo en –al / -ar (la i final de palabra se pierde, apócope, porque no llega a abrirse) animal, animalis; calcar, calcaris (espuela)




Temas mixtos. Algunas palabras de este grupo perdieron la vocal temática -i del nominativo y por el enunciado parecen temas en consonante (por ser imparisílabos), pero son de tema en –i ya que su genitivo plural es en –ium: Mons, montis; Gen. Pl.: montium Vrbs, urbis; gen. pl.: urbium Pars, partis; gen. pl.: partium

Por ello decimos que son temas mixtos: en singular se declinan como tema en consonante, en plural, como temas en –i.

No puedes diferenciarlos todos, pero la mayoría de los temas mixtos tienen dos consonantes delante de la desinencia –is del genitivo, de las dos consonantes la segunda debe ser oclusiva (labial, dental o velar): mons, montis; urbs, urbis; nox, noctis; pars, partis.




Como final de tema os recomiendo un repaso del vocativo y el imperativo en una clase especial de latin.

9.3.08

Patricios y plebeyos. Las luchas sociales

Ante diem septimum Idus Martias



Al deponerse el gobierno monárquico, el control político quedó en manos de los patricios, pero los plebeyos, acrecentados en su número y, en algunos casos, en riqueza originaron un largo conflicto en defensa de sus intereses.

Los plebeyos adquirieron la ciudadanía, con la creación de los comicios centuriados, tras la reforma impuesta por el rey Servio Tulio. Lejos de significar una mejora, integrar los comicios les traía una serie de obligaciones, como integrar el ejército o pagar impuestos, pero no podían formar parte del Senado o las magistraturas o contraer matrimonio con patricios. Los plebeyos pobres se veían aún más perjudicados, pues ahora, incorporados al ejército, debían abandonar sus pequeñas plantaciones, lo que los conducía a la ruina material.

Cansados de la discriminación a la que se veían sometidos, en el año 494 a. C, se retiraron hacia el monte Aventino, para radicarse allí y constituir una nueva ciudad.

Merced a la mediación de Menenio Agripa y tras lograr la concesión de la creación del Tribunado de la Plebe, cuyos miembros fueron considerados sacros e inviolables, en defensa de sus derechos, volvieron a Roma. Como cargo auxiliar surgen los Ediles de la Plebe.

La función de los tribunos de la plebe era importante ya que ejercían derecho de veto (intercessio) por el cual podían oponerse a las medidas que se tomaran en perjuicio de sus intereses. Incluso, ellos mismos, podían proponer normas, llamadas plebiscitos.

La sanción de la ley de las XII Tablas, en el año 450 a. C., primera ley escrita, significó la igualdad jurídica para ambos sectores, regulados por sus disposiciones.

Lograron con la ley Canuleia abolir la prohibición de contraer matrimonio entre patricios y plebeyos (445 a. C.).

Pudieron en el año 367 a. C acceder al Consulado y luego ocupar las demás magistraturas e integrar el Senado.

En el año 300 a. C, se dictó un plebiscito, conocido como ley Ogulnia, que permitió a los plebeyos integrar los Colegios de Pontífices y Augures, siendo Tiberio Coruncanio el primer plebeyo en ocupar el Pontificado máximo.

La nueva aristocracia.

A pesar de todos los logros obtenidos, no pudo establecerse la igualdad social en Roma, ya que surgió otra diferenciación de clases.

De la alianza entre la antigua aristocracia patricia (los ricos entre los antiguos ciudadanos, consulares) y la aristocracia plebeya (los ricos entre los ciudadanos nuevos, equites) surgió un nuevo gobierno aristocrático de la nobleza romana, frente al cual se situaban la mayoría de los plebeyos (de pequeña fortuna o pobres) y algunos patricios empobrecidos.

El Senado reformado

El Senado varió su composición. Inicialmente estaba formado por trescientos miembros de la nobleza (todos los senadores, salvo caso excepcional eran patricios), pero ahora se reservaron ciento sesenta y cuatro plazas a los plebeyos o nuevos admitidos (Conscripti). Sin embargo, los plebeyos que entraban en el Senado, no era en general por méritos, sino por riqueza, y sus intereses de clase eran coincidentes con los de la nobleza patricia. Se distinguían entre los Senadores dos grupos: los provenientes del ejercicio de magistraturas; y los que no las habían desempeñado.

Correspondía al Senado decidir sobre los siguientes asuntos:

  • Religiosos.
  • Elección de magistrados extraordinarios.
  • Resolución de conflictos entre magistrados.
  • Cuestiones de policía.
  • Algunos casos criminales que comportaban pena capital, cuando el acusado era perdonado, o era conmutada su sentencia, o bien era liberado.
  • Cuestiones militares.
  • Cuestiones financieras.
  • Negociaciones con Estados extranjeros y firma de tratados después de la paz. El Senado debía aprobar los cambios territoriales pactados por los cónsules u otros magistrados con el enemigo.

3.3.08

Comitia habemus

Ante diem quintum Nonas Martias

Se acercan las elecciones y nos hallamos en plena vorágine electoral. Me parece un buen momento para entender cómo eran las elecciones en Roma.






Poco duró el reino fundado por los dos gemelos como tal. Más que reyes, los gobernantes de Roma eran tiranos y déspotas que tenían un poder absoluto sobre sus súbditos.
Sin embargo, el pueblo, cansado de dichos déspotas, derrocó al que sería último rey de Roma, Lucio Tarquino el Soberbio, y abriría un período republicano que duraría desde dicho momento, 509 a. C. hasta 27 a. C., año de la fundación oficial del Imperio.


Tras la caída de la monarquía (509 adC) se estableció en Roma un régimen aristocrático dirigido por unas cuarenta gentes, los patricios, jefes de las familias más antiguas de Roma.
El grupo aristocrático que arrebató el poder al rex lo organizó en beneficio propio, siendo frecuentes en esta época las luchas entre los propios patricios por el poder personal.
El régimen republicano trajo consigo cambios esenciales en el ámbito político. El poder antes concentrado en la figura del rey (rex) pasó a ser ejercido por una serie de cargos llamados magistrados. Estos funcionarios eran elegidos por las asambleas en los Comicios, celebrados anualmente:



Los consules
Las funciones del antiguo monarca fueron ocupadas por dos magistrados anuales, llamados Colegas (los cónsules) con iguales plenos poderes cada uno. De todas las magistraturas de la República ésta era la más importante. Los Cónsules eran patricios. Si algún cónsul se enfrentaba a su clase, los sacerdotes (también patricios) podían crearle muchas dificultades, además de que su magistratura podía ser suspendida nombrándose a un dictador.
El dictator
Eventualmente, siempre en casos graves, las funciones de los dos cónsules podían ser asumidas por un único magistrado, con el título de Dictador, funciones que se ejercían por un período de seis meses o hasta que cumpliera la misión extraordinaria para la que había sido nombrado, si la cumplía antes de los seis meses.
El censor
Cada cuatro años correspondía al censor fijar los presupuestos, hacer las listas de los ciudadanos y la distribución de los Impuestos.
Los quaestores
Se elegían cuatro Cuestores, todos ellos patricios: dos de ellos (Quaestores) ejercían por delegación de los Cónsules la administración del Tesoro Público; otros dos (Quaestores Militum) eran encargados de la caja militar, siendo nombrados por los Comicios Tribunados a propuesta de los tribunos de la plebe (pero de entre los patricios).





Los tribuni plebis
Los tribunos de la plebe, que en principio no eran magistrados, alcanzaron la consideración de tales ya desde poco después de su creación. Más tarde obtuvieron el derecho de asistir a las reuniones del Senado sin voto, y posteriormente el derecho de convocarlo y presentar mociones y hacer votar Senadoconsultos. Con ello adquirió una posición entre la aristocracia gobernante que le alejaba de sus primitivas funciones de auxilio a la plebe, que nominalmente conservaba pero que de hecho no ejercía.


Los plebeyos

La entrada de los plebeyos (o sea no ciudadanos) en las Curias (subdivisiones del pueblo, más o menos identificadas con las tribus) les concedía algunos derechos de ciudadanía, pero no eran elegibles para funciones civiles o sacerdotales, ni tenían derecho a las tierras comunales de pastos. Se permitió a los plebeyos asumir los cargos militares, y se les reservaron puestos en el Senado, además de permitir su voto en los Comicios Curiales (voto que perdió su importancia, al perder atribuciones dichos comicios). Pero existía aun una gran diferencia entre ciudadanos patricios y no ciudadanos plebeyos y la prohibición de matrimonios entre ambas clases se mantuvo. Desde el 493 adC. la plebe, reunida en Asamblea, pudo emitir un voto regular, perdiendo importancia las Asambleas de Curia donde los patricios y plebeyos se reunían conjuntamente.
Las elecciones
Desde mediados del Siglo V. a.C. la nobleza empezó a practicar acciones fraudulentas: para asegurar el triunfo de un patricio en una votación presentaban a varios candidatos plebeyos (dividiendo entre ellos el voto plebeyo); se impedía con coacciones u otros medios, la presentación de candidatos plebeyos populares que pudieran hacer sombra a un candidato patricio; y si todo fracasaba se anulaban los comicios por los sacerdotes, alegándose alguna infracción religiosa. El primer cuestor militar plebeyo fue elegido el 409 adC. y el primer Tribuno Militar con potestad consular fue elegido el 400 a.C.


Y todavía hoy los plebeyos seguimos persiguiendo derechos por conquistar.

Espero que sigamos teniendo curiosidad. El próximo capítulo: las elecciones.